jueves, 20 de octubre de 2011

Elecciones y Mascaradas



   Sobre de Manila
   Elecciones y Mascaradas 
   Rafael Mejía Arango


   No tenemos agua pero tenemos alcalde, y gente de lo mejor. El doctor Juan Llano nos transmitió tranquilidad y confianza en su gestión al frente de la ciudad en gravísima emergencia. Quien diga que no se hace lo posible, lo mejor posible, para sortear la situación, estaría negando una realidad: que tanto en ésta como en anteriores ocurrencias críticas hemos sentido que las cosas se manejan atinadamente, que estamos en buenas manos y que el alcalde y sus colaboradores nos garantizan la superación de tales adversidades.  


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   En pocos días habrá elecciones y mascaradas. Cosecha de brujas. El treinta votamos y el treinta y uno se quitan las caretas los políticos para confundirse entre la multitud disfrazada. Voten bien!
   Aún estamos a tiempo de poner en práctica una idea genial. Llevábamos meses echándole cabeza a una manera fácil de participar en la feria del billete en que se convirtieron las elecciones en esta madura democracia y en las otras. Desde que comenzó la campaña actual, o sea desde que se terminó la pasada, apenas comenzaron a aparecer los candidatos y arrancó la gran mentira. Esa piñata de cientos de miles de millones no íbamos a dejarla pasar otra vez como si nada. Nada para nosotros? Mamola!
   Pero en cualquier recodo salta la liebre –o se enchipa la víbora–. Estábamos por sucumbir, resignados a otro año como honrados vergonzantes, cuando nos pillamos, en CNN, al presidente Obama en campaña en USA. (Como autor de S. de M. debo advertirles que el hombre me cae bien. Si no fuera presidente me caería mejor. Lo estimo a pesar de que vaya a firmar el famoso tratado de libre comercio; que no es tan apocalíptico como lo pinta Jorge Enrique Robledo. Y aunque no lo firme; porque tampoco es tan bueno ni tan digno como lo pregonan los libre–mercaderes salvajes. Ni tanto que queme al santo ni poco que no lo alumbre. Admiro a Barak aunque el tipo jamás me saludará, ni mucho menos me llevará en el air force one de pato. Forget it!)
   Pero la mención se debe a aquellas imágenes de su discurso proselitista, abiertamente manejado con técnicas de púlpito protestante. Se trata de ir metiendo al auditorio en un místico arrebato, con alaridos que le hacen eco a la palabra del "preacher", el predicador, algunos entrenados desde pequeños, (como lo vimos  en un impresionante documental), para simular trances y ponerle acentos exóticos a la lectura de las escrituras, distorsionándolas como si fuera con un sintetizador electrónico, logrando efectos de verdadera locura entre la feligresía que después de semejante exorcismo hará lo que diga el iluminado. Hipnotizada. 
   Mister Obama no llegó a esos extremos pero les revolvió jaculatorias a todas sus palabras, y ya iban cogiendo fuerza los "ecolálicos" responsos de la multitud, y ya se veían ojos semi cerrados –preceden la blanquiada de los mismos, previa al desmayo– y brazos en alto.
   Algo así les queremos ofrecer a los candidatos para estos últimos días de campaña, tan definitorios.
   Desarrollamos el "producto"  gracias a la experiencia de un redactor de bloma quien estuvo recluido en un convento correccional en su temprana juventud, y aprendió suficiente latín, historia sagrada y de la vida monacal como para haberse mantenido despierto y alerta ante el acecho desesperado de algunos de los curitas abusadores que pululan en aquellos establecimientos; y para poder hoy en día componer un libreto para una aparición en público de donde no salga nadie con el votico envolatado. Garantizado. 
   Acá hicimos un simulacro y la vaina funciona al pelo. Incluimos una propuesta del mensajero para adobar el discurso con citas faranduleras y de fútbol, además de cortinas musicales a base de plancha y balneario, los dos géneros musicales que ahora componen nuestro folclor urbano. El único incidente lo protagonizó la angelita buena, quien por su inexperiencia y candidez es la más sensible del equipo, y entró en un trance tal, que hubo que ponerle choques con unos cables de batería. Ahora esta bien. Quedó igual. La mala si se gozó la cosa. La tomó de rumba y se la pasó en éxtasis, pero del sintético, del que consumen los niños y las niñas en minitecas y primeras comuniones.
   Pero de vuelta a los negocios. Ahí no hay JJ Rendónes ni José Obdulios ni Harrys, queridos candidatos, jefes de campañas, voluntarios que andáis en esas pantanosas aguas de avalancha política, llena de peligros y de cáscaras y de  falsos profetas en medio de una rebatiña vertiginosa de dineros sin doliente.
   Es perfecto. Miren y verán: No hay que robar. No hay que mentir. No hay que prometer utopías. No hay que hipotecar la nómina oficial. No hay que comprometer el presupuesto. No hay que comprar votos. No hay que organizar trashumancias electorales...
   Les ofrecemos una plantilla estándar, a la cual se le meten los datos personales, arengas y frases de cajón de centro, de izquierda o de derecha según el caso; y la coreografía. El resto es pura locura colectiva.   


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   Siento como se va vaciando mi cerebro mientras persisto en mi experimento de practicar a toda máquina el ejercicio tan recurrido de sacarle el cu...erpo a la realidad. 
Desde que varias personas, llenas de las mejores intenciones para ayudar en mi presuntuosa búsqueda de lectores, me aconsejan que no escriba de cosas malucas.
   Alguno llegó a proponerme no absorber tanta información –habló de sobredósis–, que porque nos deforma la realidad. Que todo anda divinamente y que son los medios, que se dicen serios, los cuales insisten en crisis y guerras y hecatombes que son pura fantasía. 
Colombia ¡y sus vecinos! estamos dizque blindados... 
   Recomiendan buscarle el lado bueno a las eventualidades. Se quemaron las bodegas de la ILC pero olía delicioso en el oriente de la ciudad. A roble flambeado. Y no hay riesgos de problemas de abastecimiento de la sustancia lícita que se quemó, puesto que las reservas de trago chiviado y de contrabando que inundan el país llenarán el vacío; y en cuanto a los toneles, la verdadera pérdida dolorosa, tenemos entendido que habían comprado más de la cuenta en alguno de esos oscuros enredos, más trágicos que el mismo incendio, en que vive la licorera.


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   Zorra o no zorra? La polémica se dio por una sentencia judicial en España que aceptó la tesis de que un fulano trató de zorra a la señora no para ofenderla sino para reconocer su astuta inteligencia. Una de esas discusiones inanes, inevitable producto del fundamentalismo feminista. Y ojo, señoras, que ciertas perras son aún más astutas que las raposas, como también se las llama a estas silvestres carniceras cuyas pieles suelen lucir en los hombros algunas humanas inhumanas. 
   Muy bellas y activas ejemplares de la especie habitan de estos vecidarios de la quebrada Manizales. Aparecen al anochecer, con todo y zorro y zorritos a buscar desperdicios y retozar hasta tarde en la noche; y hacemos fuerza para que no sucumban ante depredadores dueños de mascotas o zalameros que les hagan la guerra; como sufrimos por el destino de flora y fauna alrededor de las casas de otros que nos desconciertan por la contradicción de salirse del casco urbano para acabar hasta con el último vestigio que les recuerde que lo hicieron. Se olvidan de que una cosa son el centro o los barrios de ese casco urbano que dejaron, y otra muy otra los alrededores de bosques y quebradas en uno de los ambientes más biodiversos del planeta. Zorros, ardillas, tatabras, guatines, chuchas, murciélagos, ratones de monte, tarántulas, abejorros veiticuatro-horas,  mantis y caballos de palo, rabodeajíes y yarumas, tucanes, barranquillos, halcones, colibríes… así por encimita. rafame953@gmail.com