martes, 29 de marzo de 2011

mata de nervios

   Sobre de Manila
   Mata de nervios
   Rafael Mejía Arango

   Ese Danielito Samper no solo es el infante terrible de su familia sino además presuntuoso, como digno rolo bien, o sea. Piensa que los únicos Samper en el ancho mundo son su papá, el tío Bojote, expresidente –cuasi expresidiario– y sí mismo; él.
   Pues le cuento que hay muchos más Samperes, chino pendejo. No más en Manizales se me ocurren varios, al rompe: un jíbaro del Cármen, médicos decentísimos, un muchacho del periódico de casa (quien empezó lo más bien y ahora parece que  poco a poco se ha ido embozalando para cuidar la coloca..., autocensura que llamamos). Y así.
   Ese altiplano cundiboyacense carga bastantes Samperes, me dicen. Y que hay de todo, como en botica. Gente divinamente, y ñucos. Como en todas partes y en todas las familias.  
   Lo cierto es que el muchacho de marras, quien empelota gente en una revista que dirige, y escribe en otra, o viceversa, –que es lo mismo–, pensó que al único Samper a que se podía referir un político del Polo, como posible candidato a la alcaldía de Bogotá, era uno de ellos tres: o el tío Bojote, o su papá Daniel, o junior; él.
   Tres solitarios Samperes existen en el obnubilado universo de junior. Tres tristes tigres. Tres que valgan la pena, si es que para ser alcalde de Bogotá se necesita valer la pena, y no basta con saber capotear contratistas mafiosos y tratar de mantenerlos aceitados.
   Pero mi preocupación no son las fantasías aristocráticas ni la suficiencia genealógica del joven S., que serán asomos de mi resentimiento social –pelar el cobre–; sino la bestialidad que me parece su aspiración a suceder al nieto de Rojas Pinilla, Samuel el Maluco.
   ¿Para qué diablos quiere ser alcalde de Bogotá?, inquieto Danielito.
   O de cualquier parte.
   ¿Para salir a decir mentiras todos los días por radio y televisión?; ¿Para cuadrarse la liga?; ¿Para heredar a los contratistas del carrusel mafioso, a las confabulaciones para licitar, a las asociaciones para desfalcar? (Algunas peores que las de los primos Nule, a quienes les están arreglando cama en varios presidios; y preparando los músicos para que cuando vuelvan, si lo hacen!!! se dediquen a cantar las que se sepan). Los super "cacacos", que para salir de ésta con alguito de dignidad tienen que devolver mucha, mucha plata. Y, claro, metamorfosearse en sapos.
   Alcalde de donde sea, en este momento cuando la ministra?? Sandra Bessudo acaba de decretar, con fúnebre solemnidad, el comienzo y prolongación de un invierno peor que los precedentes; y emergencias y hasta tragedias que la liviana funcionaria dió por seguras, impávida, clarividente, agorera.
   Alcalde para manejar las plagas radiactivas de plutonio, de bario, de iodo, de cerio, y de elementos que no existían cuando estábamos en el colegio; provenientes de las cloacas humeantes de Fukushima Daiichi; y la recepción de nuestra cuota de japoneses en busca de refugio. Más desplazados.
   Alcalde para terminar como casi todos: enredado, o acusado, o untado, o manoseado, o preso, o calumniado; o todas las anteriores.
   No sea tan pendejo hombre, siga escribiendo y empelotando gente que usted lo hace bastante bien. !No sea lagarto!, ala.

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   Soy una mata de nervios que no mata ni la mata mito que mata otras matas que no meto.
   Causa por la cual se iba dificultando el parto de Sobre de Manila, y retrasando. No por falta de tema, por supuesto. En esta ciudad pendiente de los Tapasco y del misterioso caso Orlando Sierra. En este país donde llevan los muertos a fútbol. En este continente descuadernado. En este planeta loco, a punto de salirse por la tangente.
   Pero recurrimos a la cesárea, con anestesia, y parece que se salvan la madre y la criatura. rafame953@gmail.com





domingo, 20 de marzo de 2011

La última Super Luna

   
   Sobre de Manila  
   La última Super Luna
   Rafael Mejía Arango


    Se dejó ver la luna en todo su perigeo anoche. La luna inmensa, mayor que nunca desde hace veinte años y en los próximos veinte.
   La órbita lunar es ovalada y su paso más cercano a la tierra, el perigeo, sólo sucede en luna llena cada tantos años. Como anoche.
   Tuvimos la fortuna de que se dejara ver la Super Luna. Me emocionó sobre todo porque la próxima la veo incierta, envolatada.   
   Puede ser la última que presenciemos no solamente los mayorcitos –los que estamos en plena niñez de la vejez–, sino todos, al paso que vamos en este marzo negro.
   Lo de Japón que no para. No se tiene ni la más remota idea de para adonde va ese catastrófico accidente nuclear, la ñapa del terremoto y el tsunami. Sin nada que hacer, aparte de no comer suchi, ni tofu, ni carne amarmolada de Kobe, ni nada venido de esos lados; a menos que tengamos un tumorcito por ahí y nos queramos ganar la plata de la radioterapia. (Ojo, capitalistas salvajes, que ahí puede haber un negocio interesante).
   Y cancelar las ganas de visitar ese atractivo país, el otrora imperio del sol, lleno de encantos y quizás el único que estaba medio preparado para lo que le sucedió, tan insólito.
   Y la tercera guerra. Para qué más?
   Lo único positivo de esta guerra mundial es que la manera cómo se esta dando se hace propicia para sacudirnos del chavismo bolivariano. Si los chamos y sus huéspedes colombianos y de todas partes que habitan Venezuela no aprovechan este papayazo para tumbar al coronel, es porque se lo merecen.
   Háganle chamos!!! El mundo entero está envalentonado contra los déspotas, y nadie dudará en apoyar a quienes se les rebelen. 
   Quedará el único paquidermo, el mastodonte comunista de la caribeña Cuba y su hermano Raúl –que si no fuera por Fidel estaría cortando caña–; con quienes parecen a veces felices sus empobrecidos vasallos. Pero el patriarca va en caida libre, por gravedad, como una guanábana pasada de madura. Y les caerá encima a Raúl y a sus compinches.  
   
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   Si este invierno nuestro es, como dicen muchos, el diluvio universal, bienvenido sea. Esta casa esta siendo acondicionada para salir flotando en ese evento. Lo que si no pienso hacer es la pendejada del beodo Noé, a quien le dio ese día la rasca por embarcar hasta la última cucaracha que encontró, dizque para salvar a las especies. De qué, hombre Noé, para salvarlas de qué, ¿ah? El hp trago...
   En esta arca mía solo hay un puesto más –y como van las apuestas me va a tocar invitar no a la última sino a la primera cucaracha que aparezca–. 
   No es un viaje interminable el que se pretende, sino una vuelta por ahí, de novelería a ver los daños y a visitar uno o dos lugares de esos que nos quedamos debiendo, por pobres y por esta dolorosa carencia de iniciativa.  
   Después que nos recoja un ovni, o una misión de rescate de la estación espacial, (aunque qué maluco llegar allá a importunar; a un sitio como ése, donde no mantendrán camas tendidas ni puesto en la mesa para visitas, supone uno. Una opción sería la pieza que están arreglando para el incipiente turismo espacial, pero a esa le falta. Por ahora los paseos no pasan de salir de la atmósfera, una o dos vueltas a la tierra y para abajo. Hay que entrar al baño y ayunar antes del viaje, que de paso cuesta cientos de miles de los verdes; para no vomitar ni poposiarse del miedo no tanto a la subida como al regreso, envueltos en candela y haciendo fuerza para que no falle el paracaídas al aterrizar). 
   O arrancar para un agujero negro, la madre de todas las atracciones, al pie de la cual las montañas rusas y los toboganes actuales son miki maus. Esa vaina debe ser tan emocionante y tan buena, que es muy posible que sea eterna. Y la buena compañía de alguna encantadora criatura agarrada de uno...  
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   La madre de todos los fondos, así llaman los árabes a The Libyan Investment Authority, una chequera que maneja Saif, el segundo de los Qaddafi. De ahí saldrá el millón de armas que les esta repartiendo el régimen a sus esbirros, esbirras y esbirritos, rumbo a la madre de todas las desgracias.


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   Un muy serio lector de este espacio virtual se quejó al director por lo que llamó mamagallismo. Eso nos contestó: que acá no se hace sino mamar gallo.
   Un muy serio y muy godo y muy gü... lector, a quien a pesar de su pertenencia a la  caverna más fernandolondoñesca invitamos, y nos sostenemos, a meter la cucharada en este blog, cualesquiera que sean las bestialidades que tenga para decir. Para que vea que no es mamando gallo.
   Mucho me gustaría también la colaboración escrita de mis amigos izquierdosos, pero los más avispados andan ocupados consiguiendo plata; y los otros a duras penas se defienden para firmar. rafame953@gmail.com






   


   









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viernes, 4 de marzo de 2011

remesa con flora y fauna

  



                                                                   foto tomada del N.Y.T.mar.3/11  


                                                                                
   El gobierno chino ha incrementado las restricciones a los visitantes extranjeros, celoso de su estabilidad amenazada por la fiebre tumba-tiranos, y hasta cárcel les ofrece a los corresponsales de prensa que se atrevan a entrevistar a los nacionales, víctimas de la represión y la censura de ese sistema, engendro de comunismo y capitalismo descarado, corrupto hasta la hoz y el martillo. Se me quitaron otra vez las ganas de visitarte, lejana y misteriosa Catai. A comer al Toy San y a comerciar en los mayamis de la veintitrés (antigua zona rosa, muy osa).    



   Sobre de Manila
   Remesa con flora y fauna
   Rafael Mejía Arango


   Entretanto se despeja el panorama; mientras sabemos en qué vá a parar ésto; al tiempo que esperamos ansiosos el desarrollo de los acontecimientos y en medio de la expectativa y la ansiedad por conocer el final de esta historia loca que transcurre en uno de los más locos momentos de la trayectoria humana, rama ésta de los homínidos que ha sido la oveja negra, nada perita en dulce.  En esta expectante  y enervante curiosidad por saber el final de este cuento de suspenso… Hablemos pendejadas.
   Y muy en serio pidamos que se le perdone la vida al negrito Moreno gigantón, criado en su Panamá de origen a orillas de los mismos mares nuestros, posiblemente a las patadas. Y a las patadas conquistado su puesto de defensa en el equipo del Otún y del Consota. 
   
   Quién sabe a cuántos grados sobre cuarenta, en juego endemoniado en el infierno verde del poderoso de Curramba, donde, para acabar de completar, era el plumífero occiso  mítica mascota del llamado inconciente colectivo*. La rapaz ya estaba más muerta que viva y al mancito no se le ocurrió otra cosa menos inoportuna que "cuchariarla", con estilo y suavidad, fuera del campo. Lo cierto fue que al final del partido estaba más desconcertado el agresor que la misma lechuza.  
   
    Imaginemos el escenario si el búho le sacara un ojo a nuestro grone. 


   El hombrecito de vuelta a la realidad de los suyos los morochos pobres. A sus chontaduros y a sus chancacas. Adiós a los sueños de sacar, a las patadas, para adelante a su familia; de mandar las muchachas a estudiar a la ciudad; de la casita para la vieja; de la escuelita de fútbol para el retiro… adiós bolero. Y la lechuza fresca como lechuga. ¿La condenarían a la hoguera las llorosas defensoras de ociosas mascotas? ¿pedirían su cabeza los iracundos acusadores  del defensa pajaricida, culposo pero inocente, al igual que el balonazo que la noqueó?
   El joven Moreno estuvo ya purgando su desgracia en el zoo de Matecaña, a donde volverá y volverá hasta que los búhos allí cautivos lo perdonen. ¡Que los libere!, para que arreglen eso por las buenas.
 Pero lo quieren linchar los ultraecologistas (tan nocivos como sus contrarios ultradepredadores). Sin hablar de los que siempre han querido lincharlo, por moreno…

* El inconciente o el imaginario colectivo, términos ambos de “conversatorio”, como problemática y socialización, que significan en la mayoría de los casos carreta académicamente correcta. Y que de representar algo, el inconciente-imaginario-colectivo sería inconsciencia, pero de la aguda.





AVARICIA  (Del lat. avaritĭa).1. f. Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas. (dra)




   La de los bandidos que se roban los auxilios para los damnificados de la furiosa naturaleza, que se multiplican ambos, ladrones y desposeídos, en la misma proporción que los pobres y los aguaceros. Lo que no se roban en plata contante y sonante se lo roban contratistas miserables que le quitan peso a la panela, y a las puchas de arroz!!! ¿Comida lihgt? Hijos de p…


   Avaricia desbordada la de ciertos mineros grandes y pequeños, legales e ilegales, nacionales y extranjeros que por extraer sus tesoros minerales  acaban hasta con el tendido de la perra.

   Para qué más oro, diría uno. Para qué necesita  todo el coltán del amazonas un solo traqueto; uno del cual no sabíamos, dueño y señor de extensos territorios ricos en este superconductor, llamado el oro azul. Todo en poder de un personaje tan siniestro como que es  socio nada menos que del Chapo de Sinaloa. Apaguen y vámonos.
   

          CODICIA   (Del lat. *cupiditĭade cupidĭtas, -ātis). 1. f. Afán excesivo de riquezas. (dra)
   Va de la mano con la anterior, y a pesar de su tendencia a venial, es un pecadillo malsano, en cuanto que se combina muy bien, diríamos que se atraen, con la mala fe.
  No siempre. En algunos casos es sólo codicia, de buena fe pero con mucha soberbia, o ignorancia; que no le dejan ver al afectado más allá de la caja registradora, y el atesoramiento se convierte en obsesión. Ciega obsesión. También dañina.
  Razones para no entender ni compartir esa obsesión de algunos constructores manizaleños por tumbar cuanto árbol se les atraviesa en sus propósitos de comercializar hasta el último centímetro cuadrado. Y los arquitectos que diseñan aquellas mega cosas (con o), que por salvar la paga se les olvida la escencia de su oficio y se doblegan sumisos a dibujar. rafame953@gmail.com