domingo, 30 de enero de 2011

El último milenio;


Enero 30 de 2011
Sobre de Manila
El último milenio
Rafael Mejía Arango

Penúltimo día del mes primero del año once del que se supone será el último milenio, según los agoreros. 
Y al paso que vamos…
         Hasta bueno que llegue el cacareado fin del mundo, a ver si se acaba tanta sinvergüenzada que se ha ido enseñorando del planeta, tan sabroso que era. O que ha sido en algunos instantes entre barbarie y barbarie.
         Claro que la actual, la barbarie actual, si ha sobrepasado los límites, si los tuviera. El terrorismo internacional se sofistica permanentemente y se hace más fanático, hasta el punto de que es tan fácil conseguir un candidato a loco-bomba en Beirut o en la madre Rusia, como contratar un sicario en Chinchiná, o en la galemba en Manizales. La única diferencia sería la tarifa, porque los extremistas trabajan de balde, por religión o por odio, a diferencia de nuestros jóvenes asesinos que lo hacen para ganarse el pan –léase trago, ropa, moto y chicas. Y por supuesto la consabida neverita para la cucha–.
         Barbarie como la de los armados ilegales en Colombia.
         Barbarie como la de los contrabandistas de personas.
         Barbarie como la de los orates gringos que fumigan escuelas y supermercados con las poderosas armas que compran en cualquier esquina como si fueran donas o leche malteada.
         Barbarie como la que sustenta el poder de los dictadorzuelos del tercer mundo, ahora en cosecha.
         Barbarie como la de los abusadores y las abusadoras sexuales, quienes horrorizan de tal manera, que la discusión es si condenarlos a muerte, a cadena perpetua, o caparlos; como ya se hace en algunos países por medio de la castración química, una especie de anti viagra, probablemente a base de papaina, una enzima presente en la leche de la papaya, utilizada para ablandar la carne... Cómo sería entonces el caso con las abusadoras, se preguntarán algunos lectores mucho más curiosos que yo. Qué les ablandarán? Porque con seguridad son menos éstas que los varones; y tal vez han sido excluídas del escándalo, (en particular al interior de la curia católica, que por fortuna no ha estallado del todo en Colombia, porque se profundizaría el problema tan grave de la superpoblación carcelaria, pues no habría cama para tanta gente, ni acomodándolos unos encima de los otros, como les gusta). Pero que las hay las hay, abusadoras sexuales. Uno les oía a las amigas sobre monjas y profesoras que las arrinconaban en los recreos, y de otras que tenían la misma costumbre vallenata de agarrarles el pirulín a los niñitos.
                                                 ***
         Pero no sigamos con temas tanto, tan desagradables. Hablemos de cosas buenas. Seamos optimistas, como bien nos enseña ese prohombre del periodismo nuestro, voltiarepas y lagarto como Roy Barreras, erudito, sesudo y brillante como solamente algunos de sus colegas en el periódico de casa y en los canales locales de tv; ese paladín de la verdad, terror de las ratas, cuya mente se ilumina en las canchas de golf de Sebastopol en el Rosario.
Propaguemos solo las buenas nuevas en este final de la cuesta de enero. Sigamos el ejemplo del periodismo local y proclamemos en primera página lo único que de verdad vale la pena de lo que pasó en el pueblo, en el país y en el mundo. La noticia del momento: Llegó Wason* y ya entrena con el blanco blanco!!! rafame953@gmail.com
*Wason Rentaría, futbolista goleador, a quien yo, de bruto, le decía Watson.

2 comentarios:

  1. Don Petu... buen artículo, al parecer mi padre y su mercé se pusieron de acuerdo pa agarrarla contra la iglesia... pero al César lo que es del César. Oiga pero me quedé esperando la segunda parte de "Cómo comprar aguacates" no nos iba a narrar el resto de el cuento de su licencia de tránsito?

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  2. Rafa muy buena reflexión acerca del caos que estamos viviendo, la perdida de valores me parece irrecuperable, a tu articulo agregaría también la medicina que por las EPS se practica hoy en día, muriéndose pacientes en las urgencias o en las "puertas" de hospitales, no por responsabilidad de los galenos, por irresponsabilidad e interés económico de las empresas de salud.

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