El nuevo mejor enemigo
Rafael Mejía Arango
Repuestos de las adversidades y tras un exitoso rescate de nuestros corresponsales y editores –quienes preparan una prometedora crónica sobre la experiencia vivida– regresa bloma.
Vueltos a la luz, luego de pasar un cuarto de mes en una caverna, como secuestrados. Pero no auto secuestrados, como el mocoso que descubrieron en estos días en algún hotel del centro de un pueblo del Valle, en calzoncillos comiendo bandeja paisa y noviecita, fresco como una lechuga, mientras organizaba la transacción para extorsionar a los papás que lo daban por desaparecido... El hecho ocurrió tal vez en Tuluá, vé, la tierra del cóndor Lozano. Y de los idiótas; y de su papá el tal Gardis, G. Álvarez, el que cuando joven era hasta buen escritor y ahora muele irresponsabilidades y despotrica al desaforado ritmo de la "inmediotéz" de la noticia en la radio vespertina. El nuevo mejor enemigo de Caldas y de Manizales, vayamos a saber por qué. (Las lenguas de doble filo dicen que las pataletas que le produce la sola mención de Aeropalestina se deben a su terror por ver alejarse las distancias desde sus querencias –entre manjar blanco, cañas, vacas, perros y piscos de toda laya– hasta el que promete ser el aeropuerto más importante de la región en el próximo futuro...)
Ocho días en un túnel!, como si fuera un homenaje al gran Sábato; y en épocas de aniversario de la muerte del aún más grande Borges, aquel que buscaba el "dios detrás de dios...". Como si estos huesos nuestros tuvieran algo que ver con las malquerencias de aquellos dos gigantes. Aunque comprendemos que el más genial de los dos, el lúcido invidente, se hubiera sentido ofendido por el famoso Informe sobre ciegos del papá de Alejita Vidal; esa mujer fatal.
Cuatro pares de días sin nada más que los libros, algo de prensa –de la de papel– y un celular descargado. Como pasar un canazo de una semana. Perfecto para leer lo que se pueda; y no saber de nada. Para seguir bregando en el empeño de evadir la realidad. Para bajarse de "la nube", que es como ahora llamamos el ciberespacio. Para ensayar a desconectarse del radio y la televisión; y para comprobar que se puede vivir y alimentarse sin refrigerador. Y sin lavadora. Y sin bombillos ni lámparas ni lucecitas. Sin herramientas eléctricas. Sin cargadores. Sin música.
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Vayan estos comentarios del Periódico de ayer, para seguir celebrando aniversarios, esta vez de la prematura muerte, hace diez y ocho años, por sobredósis de fama del duro de la salsa, Héctor Lavoe.
Au revoir tristesse.
DSK se salió con la suya, y sin demostrar mayores emociones se fue para la calle en compañía de su esposa –ex posa?– con quien ni siquiera se miró. El juez lo dejó en libertad condicional porque al parecer la mucama africana llenó sus declaraciones de mentirillas que, de tantas, bastaron para restarle seriedad a las delicadas acusaciones por violación carnal que tan perjudiciales han resultado para el poderoso político y banquero internacional... No solamente va a encontrar ocupada la silla de director del FMI, por su compatriota madame Lagarde, sino que se le esfumaron las posibilidades de remplazar al marido de Carla Bruni en el Eliséo. Casi nada.
Estarán furiosas las señoras por la decisión del juez de Nueva York, que puede parecerles ante todo una manifestación de lo que puede el poder. Ojalá que les sirva de lección a las más extremistas para aprender que no pueden convertir sus encantos y su capacidad de seducir en un arma perversa contra todo lo que les huela a varón, como si todos tuviéramos la culpa de que haya depravados y maniáticos sexuales.
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Qué hacer con Yusnavy?
Sin licencia ni ficha técnica me tomaré la libertad de encuestar a los lectores de bloma sobre un espinoso asunto que tiene en apuros a esta casa.
No sabemos qué hacer con Yusnavy. La opción más recurrida en estos casos es la ejecución, frecuentemente por envenenamiento, aunque a veces se utilizan más violentas metodologías que pueden llegar a apaleamiento, o al ahogamiento por inmersión, con técnicas parecidas a las que se utilizan para interrogar terroristas en Guantánamo.
El problema es que de la pobre e indefensa adolescente, aunque ya mamá, no puede decirse que haya hecho méritos para merecer tan drástica sentencia. Por el contrario, en la medida que se la conoce se va haciendo imposible no quererla, no enternecerse con su figura diminuta, donde solo sobresalen las orejas y la cola.
Entre otras les cuento que al principio Yusnavy se llamaba Miki, pues por no ser rata lo creíamos ratón, hasta que descubrimos sus bebecitos* en un nido debajo del depósito de la basura –que por fortuna es "limpia", libre de reciduos orgánicos–.
Miki era ratona! Ratona de monte. Y hubiera seguido llamándose Miki sin ningún problema, puesto que ahora da lo mismo cualquier nombre –séase macho, hembra, viceversa o todas las anteriores–, si no fuera porque el suscrito ha mantenido a Yusnavy –ingeniosa derivación, de posible origen quimbaya, del término gringo US Navy– como el seguro nombre para cuando lo bendiga la vida con una hijita, y como por ahora nada de nada...
Las diferencias entre nuestra heroína (apodemus syvaticus), y la muy desagradable rata de alcantarilla (rattus norvegicus) son abismales. Mientras los ratoncitos de monte son exquisitos en su dieta alimenticia, como que nada les gusta más que la galletería fina y los cereales selectos, y algo de fruta; la rata es capaz de echarle diente al "tumor abscesado" que le sacaron a Chavez del intestino, y hasta de roerse la sudadera de Fidel. Los ratoncitos de monte son diminutos, las ratas de alcantarilla pueden llegar a superar en tamaño a sus parientes los conejos. Los ratoncitos de monte viven en madrigueras en campo abierto o en nidos caseros, las ratas le hacen honor a su nombre y frecuentan cañerías y aguas negras en donde se sumergen y nadan a sus anchas... Sobran los comentarios.
Por eso termina uno encariñado. Y por eso nos resistimos a decretarle la muerte, lo cual reduce las opciones a solo tres: la domesticación, la adopción o el abandono en el bosque. Recurrimos a la opinión de los lectores de bloma para que nos ayuden a decidir el destino de Yusnavy.
Domesticarla tiene el inconveniente de que seguiría haciendo daños y metiendo la naricita en cada céntimetro cuadrado de lo que considerará su territorio, que marcará con el respectivo bollito y las huellas imborrables de su diminuta dentadura. Rápido se tomará confianza, y además de sucesivas camadas, atraerá a sus congéneres hasta que ya no quepamos de hacinados, como en cárcel tercermundista. Y lo peor, la posibilidad de que espante de este recinto a las posibles candidatas a ser la mamá de la otra Yusnavy, la hijita soñada, que todavía se puede.
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Volverá?
Tumor abscesado, mmmh. Para mí el comandante Chávez Frías esta muerto. Frío.
Muerto de pavor, el pobre chamo, con semejante diagnóstico tan miedoso (dizque acabó con la reserva de pañales –de contrabando– de Fidel). Y se ve que no le han contado lo que le viene sudadera arriba. La de químicos y radiaciones que lo espera. Y el hombre convencido que mañana vuelve a Miraflores a seguir despilfarrando la fortuna de su pueblamenta querida. A seguir malgastando el tesoro, en petrodólares, de la gloriosa República Bolivariana. Ya voy toño, como decía Montecristo.
Frío del culillo –abscesado?– porque a diferencia de los héroes que pretende emular, el coronel no parece preparado para morir. El patriarca podría sentir remordimientos, y la proximidad de la paila mocha. O bien seguirá con su megalomanía obsesiva y pensará que todavía le faltan locuras y desaciertos para acabar con lo que queda del sufrido país de las hayacas.
Presagiamos si que volverá, sabedores de los adelantos médicos en lo que al cáncer se refiere, seguramente lo salvarán hasta de ese peligroso tumor infectado, con granos y nacidos, en el sensible tripitorio. Y especialmente en la debastada Cuba, donde la medicina revolucionaria realiza milagros como el de mantener, como vivos, a los hermanos Castro, los Josés Galat de la izquierda internacional. Volverá, pero entonces será tarde y no podrá remover del poder a sus posibles sucesores, sean estos su hermano Adán, o su hija, o cualquiera de sus esbirros; en cuyas manos quedará aún peor el destino de la hermana república. Si es que ésto, empeorar la situación, fuera posible. rafame953@gmail.com
*Nota: La prudencia nos obliga a callar sobre lo ocurrido con los recién nacidos, hasta tanto no hayamos negociado las prerrogativas del principio de oportunidad...
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